Aplicaciones como WhatsApp permiten la creación sencilla de grupos dentro de la unidad, donde se incluyen:
- Consejeros, propietarios, con el objetivo de facilitar la comunicación dentro de la comunidad. Sin embargo, esta comunicación podría a futuro convertirse en una pesadilla, tanto para el administrador como para los copropietarios.
- El manejo inadecuado de la información que circula dentro de estos grupos, puede ocasionar situaciones de responsabilidad entre los participantes.
La mayoría de riesgos se originan en la ausencia de reglas claras sobre la finalidad del grupo, responsabilidad que recae en el administrador o la persona que creo el grupo en WhatsApp. La mensajería instantánea y su relación con la protección de datos personales es reciente para la legislación colombiana. Algunos lineamientos se han establecido vía jurisprudencial, la Corte Suprema de Justicia SC5238-2019 señala lo siguiente:
- En principio, no podría existir responsabilidad por los comentarios dejados en un grupo de WhatsApp.
- Pero cuando resultan ofensivos, inmoderados, calumniosos o injuriosos, o salpicados de críticas que afectan el honor o la reputación de una persona, han de serlo, inevitablemente.
- Es probable, entonces, que vulneren los derechos fundamentales a la intimidad, el buen nombre y la honra. Lo propio puede acontecer con la libertad de expresión.
Es incuestionable, los grupos de WhatsApp, además de facilitar el ingreso inmediato a contenidos, permiten en tiempo real interactuar opiniones con sus usuarios, propiciando que éstos emitan comentarios falsos o difamatorios sobre ciertas personas.
La problemática obliga a los administradores de esos grupos de WhatsApp a restringir o evitar publicar tales opiniones cuando sean manifiestamente ofensivos, o en su defecto, a eliminarlos en caso de no tener conocimiento efectivo de los mismos; y si ya fueron difundidos, actuar con suma diligencia para retirarlos prontamente o imposibilitar su acceso. No hacerlo, edificaría una responsabilidad civil por culpa probada.
