La mamá es la persona que está más cerca para acompañarnos a través de toda la trayectoria vital. La mamá es la que nos cuenta la vida, cómo es la vida, la que nos traduce el mundo, la que nos va armando y organizando los recuerdos que tenemos de la infancia. Feliz y dichoso día para ti, mamá
Cuando una mujer queda embarazada y ve crecer su cuerpo, le surgen miedos y muchas otras emociones, pero lo más importante es que quiere que su bebé esté sano. Significa la responsabilidad de una nueva vida, la fuerza para luchar por los vulnerables, para levantarse cuando está cansada y para nunca rendirse.
La plenitud.
De esta manera experimentamos la capacidad de servir a los demás, dejar de pensar en nosotras mismas y entregarnos a los demás
El amor.
Dar es algo que nos llena el alma, y dar lo mejor de nosotras mismas a los que nacen de nuestro vientre es el regalo más sagrado que una madre puede sentir. Un profundo suspiro que se deslizó, pidiendo amor incondicional.
El miedo.
Como madres queremos proteger a nuestros hijos, nuestro tesoro más preciado, y que nunca le pase nada; que no derrame una lagrima de dolor; que no pase hambre; que no se raspe las rodillas al gatear; que no llore su primer día de kínder; que no se enferme; ¡por favor, que no sufra nunca!
El cansancio.
Desde el primer día que llegó el bebé a nuestra casa, la palabra “cansada” tomó un significado diferente. Pasa una noche sin dormir esperando a que se duerma o espera a que vuelva de una salida con amigos. No importa cuál sea tu problema, como madres queremos solucionarlo.
La gratitud
Como madres nos enojamos, nos irritamos y a veces incluso nos culpamos por las situaciones que nos toca pasar, pero al final del día agradecemos el privilegio de ser madres. Es un regalo verlo crecer cada día, aprender todo lo que sabe y ver sus ojos brillantes llenos de energía, asombro y deseo de explorar el mundo.
Fuente principal: Gobierno de Mexico